En la electrónica existe la llamada Ley de Kirchhoff. Esta ley dice entre otras cosas que la suma de corrientes que entra por un nodo es igual a la suma de corrientes que salen por el mismo. Por esto queda efectuado también que la sumatoria total de las corrientes que pasan por un nodo (tanto entrando como saliendo) es igual a cero (0).
Esta ley se aplica en Ingeniería, mas precisamente en todo lo referente a circuitos eléctricos. Pero también puede aplicarse perfectamente a la vida cotidiana, trascendiendo el régimen electrónico y metaforeándolo con el sentido mismo de la vida.
Así, la sumatoria de estrés que entra a lo largo de una semana en la cabeza de un oficinista termina saliendo el sábado a la tarde en un partido con amigos; las angustias que hacen su ingreso en el alma de una mujer se terminan yendo en calidad de una tarde de shopping; once meses laborales y medio en un año son recompensados con quince días vacacionales en Mar de Ajó; la cantidad de tabaco consumida en la vida de una persona la mayoría de las veces se termina desencadenando en un cáncer de pulmón; etcétera.
Con esto lo que quiero decir de alguna manera es, que, todo lo que entra en un nodo de la vida debería terminar saliendo. A la larga o a la corta, para bien o para mal. Y ninguno de estos ingresos debe dejar de convertirse en su egreso correspondiente, porque de esta manera se contradiría a la otra parte de la Ley de Kirchhoff, al hecho de que tanto los ingresos como los egresos terminen sumándose y dando como resultado cero (0). Porque al no dar cero (0) como resultado la vida queda desequilibrada. Y toda cosa que carece de equilibrio, se termina cayendo.
Si la vida fuese algo tan exacto como la electrónica y se pudiera aplicar la Ley de Kirchhoff sin margen de error, quizás todos tendríamos menos problemas. Y cuando hablo de todos me refiero al mundo, a cada continente, a cada país, cada ciudad , cada comunidad y cada persona.
Todos los pensamientos, ideas, sueños, proyectos, deseos, temores, ambiciones, sentimientos, frustraciones, errores, personas y situaciones que ingresan a lo largo de nuestra vida en nuestra cabeza, nuestra conciencia, nuestro alma, nuestro corazón, nuestro modo de ver, oír y decir las cosas deberían salir. No deberían quedarse dentro nuestro para desequilibrarnos.
Muchos logran hacerlo. Pero la mayoría todavía sigue en desequilibrio permanente. Yo me considero parte de este último grupo, y hete aquí quizás la razón de existencia de este sitio.
MonoStereo es un lugar virtual, pero no por eso irreal. MonoStereo fue creado con la intención de canalizar mis pensamientos, mis ideas, mi creatividad tanto seria como literaria y humorística, mis experiencias con la realidad y todas las demás cosas que entran por mi cabeza, para que salgan por mis dedos para ser volcados acá.
Como verán, el lugar fue recién comprado y está a estrenar. Todavía no lo pinté ni lo amoblé. Con el tiempo espero ir decorándolo de a poco, y visitarlo mas seguido de lo que supongo que visitaré en estos primeros tiempos. Pero pasen, pónganse cómodos y disfruten de la inauguración. Bienvenidos.